domingo, 4 de marzo de 2012

3682

No todo lo que el río arrastra es agua clara.
Se puede aplicar, como se suele, al enriquecimiento personal, que no es, muchas veces, tan limpio como parece. También se suele decir referido al buen nombre o buena fama de alguna persona. Por lo tanto se aplica el refrán a aquellos casos en que parece que hay motivos para dudar de la honradez o de la buena adquisición de los bienes.

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